La salud mental en los jóvenes

 

En que consiste

La adolescencia es una etapa única y formativa, pero los cambios físicos, emocionales y sociales que se producen en este periodo, tales como la exposición a la pobreza, los malos tratos o la violencia, pueden hacer que los adolescentes sean vulnerables a problemas de salud mental. Protegerlos de la adversidad, promover en ellos el aprendizaje socioemocional y el bienestar psicológico, y garantizar que puedan acceder a una atención de salud mental son factores fundamentales para su salud y bienestar durante esos años y la edad adulta.

 

Durante la adolescencia pueden presentarse manifestaciones que se asemejen a enfermedades de salud mental pero que son parte del proceso de ser adolescente. El sufrimiento, por ejemplo, suele confundirse, cuando muchas veces se trata de la toma de conciencia de que algo causa dolor y no necesariamente de una patología. La salud mental desde una perspectiva no patologizante implica que el bienestar está en relación directa con los apoyos, los soportes, los acompañamientos y el acceso a derechos y oportunidades. Por ese motivo, es fundamental que los adolescentes y jóvenes cuenten con espacios en los que puedan ser escuchados y comprendidos. Las opciones sociales en la adolescencia y en la juventud son tan fundamentales como los entornos familiares lo son durante la niñez para garantizar el bienestar psicoemocional.

 

Cuáles son sus síntomas

Cuantos más sean los factores de riesgo a los que están expuestos los adolescentes, mayores serán los efectos que puedan tener para su salud mental. Algunos de estos factores que pueden contribuir al estrés durante la adolescencia son la exposición a la adversidad, la presión social de sus compañeros y la exploración de su propia identidad.

La influencia de los medios de comunicación y la imposición de normas de género pueden exacerbar la discrepancia entre la realidad que vive el adolescente y sus percepciones o aspiraciones de cara al futuro. Otros determinantes importantes de la salud mental de los adolescentes son la calidad de su vida doméstica y las relaciones con sus compañeros. La violencia (en particular la violencia sexual y la intimidación), una educación muy severa por parte de los padres y problemas socioeconómicos y problemas graves de otra índole constituyen riesgos reconocidos para la salud mental.

 

 

 

Que trastornos conocemos

Trastornos de la conducta alimentaria

Los trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, suelen aparecer durante la adolescencia y la juventud. Este tipo de trastornos se presentan con comportamientos alimentarios anormales y preocupación por la comida y, en la mayoría de los casos, por el peso y la figura corporales. La anorexia nerviosa puede producir la muerte prematura, a menudo debido a complicaciones médicas o al suicidio, y tiene una mortalidad superior a la de cualquier otro trastorno mental.

Suicidio y autolesiones

El suicidio es la cuarta causa de muerte entre los adolescentes mayores (15 a 19 años). Los factores de riesgo del suicidio son diversos: abuso del alcohol, malos tratos en la infancia, estigmatización a la hora de buscar ayuda, obstáculos que impiden recibir atención y el disponer a estos medios. Los medios digitales, como cualquier otro medio, pueden desempeñar un papel importante en la mejora o el empeoramiento de las medidas de prevención del suicidio.

Conductas de riesgo

Muchos comportamientos de riesgo para la salud, como el consumo de sustancias o las prácticas sexuales de riesgo, comienzan durante la adolescencia. Los comportamientos de riesgo pueden responder a una estrategia inútil para hacer frente a dificultades emocionales y pueden tener efectos muy negativos en el bienestar mental y físico del adolescente.

En todo el mundo, siempre han prevalecido los episodios de ingesta masiva de bebidas alcohólicas entre los adolescentes de 15 a 19 años que rondaba el 13,6% en 2016; el riesgo más elevado correspondió a los hombres.

El consumo de tabaco y de cannabis son problemas adicionales. Muchos fumadores adultos consumen su primer cigarrillo antes de los 18 años. El cannabis es la droga que más utilizan los adolescentes: en 2018, alrededor de un 4,7% de las personas de 15 a 16 años la consumieron al menos una vez.

 

Trastornos depresivos

Sus principales características son la pérdida de interés en actividades cotidianas, tener sentimientos de culpa o autoestima baja. Suelen también venir acompañados de alteraciones en el sueño y en el apetito, falta de concentración y fatiga.

La depresión puede ser recurrente, persistente o crónica, lo que afecta la capacidad de desempeñarse en un trabajo, estudiar, estar con sus pares, etc.

Trastornos de ansiedad

Cuando una persona entiende que una situación representa una amenaza, es normal reaccionar con ansiedad. De hecho, es la ansiedad la que le permite actuar frente a esa situación. Esa ansiedad puede sentirse en el cuerpo: palpitaciones, respiración más agitada o manos sudorosas, entre las más frecuentes. ¿Cuándo estamos frente a un trastorno? Cuando la reacción es desproporcionada o cuando se vuelven cotidianas y difícil de controlar.

Dentro de los trastornos de ansiedad se ubican: trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de angustia, trastorno de ansiedad fóbica, trastorno de ansiedad social, trastorno obsesivo-compulsivo y trastorno de estrés postraumático. Pueden ir de leves a severos.

 

Tratamientos tempranos

Es crucial abordar las necesidades de los adolescentes que padecen trastornos de salud mental. En el caso de la salud mental de los adolescentes es clave evitar la institucionalización y la medicalización excesiva, priorizar las soluciones no farmacológicas y respetar los derechos de los niños recogidos en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y otros instrumentos de derechos humanos.

 

Estadísticas

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor del 20% de los jóvenes en todo el mundo experimentan algún tipo de trastorno mental, la mayoría de estos trastornos comienzan antes de los 14 años, y el 75% de los problemas mentales aparecen antes de los 24 años.

Aumento del Trastorno de Ansiedad y Depresión

Un estudio de UNICEF (2021) reveló que al menos 1 de cada 7 adolescentes entre los 10 y 19 años padece un problema de salud mental diagnosticado, los casos de ansiedad y depresión en adolescentes han aumentado significativamente, especialmente durante la pandemia de COVID-19. Se estima que los casos de ansiedad y depresión en algunos países han aumentado hasta en un 25%.

El suicidio es la cuarta causa principal de muerte entre jóvenes de 15 a 19 años en todo el mundo, según la OMS, en algunos países, como Estados Unidos, ha habido un aumento considerable en las tasas de suicidio juvenil. Por ejemplo, entre 2007 y 2017, la tasa de suicidio entre personas de 10 a 24 años aumentó en un 56%.

Impacto de las Redes Sociales

El uso intensivo de redes sociales ha sido relacionado con un aumento en los niveles de ansiedad, depresión y trastornos de la imagen corporal. Se estima que los jóvenes que pasan más de tres horas al día en redes sociales tienen un 35% más de probabilidades de desarrollar síntomas de trastornos mentales, según el estudio de JAMA Psychiatry en 2019.

 

 

Pandemia de COVID-19

Según un informe de la OMS (2022), la pandemia de COVID-19 disparó significativamente los problemas de salud mental en jóvenes, con aumentos de hasta un 25% en los casos de depresión y ansiedad a nivel mundial, las cuarentenas, el aislamiento social y las interrupciones en la educación y las actividades sociales han contribuido al deterioro del bienestar mental de los jóvenes.

 

Opinión personal

Como una persona que ha sufrido TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático) puedo decir con total certeza y reafirmar la importancia de la salud mental ya que esta misma hace parte de nuestro día a día, por ende, no es correcto restarle la importancia que se merece ya que esta misma es fundamental, por la misma razón no hay que tener miedo de pedir ayuda y menos en estas condiciones, por lo mismo de que estamos conscientes de que no estamos bien tenemos que estarlo de igual manera para pedir ayuda, es por ello que organizaciones como la Organización Panamericana de la Salud son quienes dan ese apoyo para que las personas puedan dar su primer paso en ese duro camino que enfrentan.